Ante la amenaza de las bajas temperaturas pronosticadas, un agricultor de Itauguá ideó un método innovador para proteger sus cultivos de las heladas. La madrugada del pasado miércoles, considerada una de las más frías del año, presentó un desafío considerable para Armando Barreto y su familia, propietarios de una granja en el kilómetro 25 de Itauguá, en el departamento Central.
El temor a perder su producción de tomates, locotes, lechugas y otras hortalizas llevó a Barreto a buscar soluciones creativas para mantener una temperatura ideal en sus cultivos. Un día antes de la helada, el martes por la tarde, comenzaron a preparar el terreno, mojando bien el suelo de la chacra y realizando varios boquetes que luego rellenaron con aserrín.
Estos pozos actuaron como "chimeneas" improvisadas, generando humo que ayudó a mantener la temperatura del suelo y evitar que la helada dañara las plantas.
El ingenioso método de las "chimeneas" en el suelo demostró ser efectivo, salvando los cultivos de una posible pérdida total.
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