Toribio de Jesús Cardozo Brítez, un guardiacárcel de 49 años del Centro de Rehabilitación Social de Itapúa (Cereso), ha sido objeto de amenazas en las últimas semanas. Desconocidos han arrojado dos artefactos explosivos caseros en su vivienda, acompañados de alarmantes mensajes escritos a mano.
El primer incidente ocurrió el 3 de agosto a las 00:45 horas, cuando un artefacto explosivo fue lanzado en el patio de su casa. Junto al explosivo, se encontró una hoja de cuaderno con un mensaje intimidatorio que decía: “Dejá de oprimir, esto es sólo una muestra, la próxima ya no vas a contar; Firma: Bravo Do Mal”.
El segundo incidente se registró el 9 de agosto en el garaje de la vivienda, con un mensaje similar: “Dejá de oprimir presos, esto es sólo un aviso, la próxima ya no la vas a contar; Firma: Bravo Do Mal”. Ambos artefactos fueron desactivados por el Grupo de Operaciones Especiales (GEO) y expertos en explosivos, quienes identificaron los dispositivos como tubos de PVC de 23 cm, cargados con dinamita en gel.
La Comisaría 115ª del barrio Arroyo Porá está investigando los incidentes, mientras que la agente fiscal Griselda González ha tomado el caso para investigar el origen de las amenazas. Cardozo Brítez, ha declarado que no tiene conflictos en su entorno laboral ni con los internos, lo que deja en la incertidumbre el trasfondo de estos ataques.
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