La emblemática Azucarera Iturbe SA, ubicada en Guairá, será reactivada en el año 2026 con una inversión superior a los US$ 10 millones, según anunciaron los directivos de Neualco SA el viernes pasado. Esta empresa adquirió el ingenio en una subasta después de un proceso judicial que duró nueve años.
El gobernador de Guairá, César Luis Sosa, hizo el anuncio a través de sus redes sociales y afirmó: "Se enciende una luz de esperanza para los queridos iturbeños". Durante su campaña electoral, Sosa se comprometió a impulsar la reactivación de la fábrica de azúcar, que lleva cerrada 12 años.
Neufeld Alcoholes SA (Neualco), una empresa dedicada a la producción de azúcar y alcohol a partir de la caña de azúcar, adquirió las maquinarias e inmuebles de la Azucarera Iturbe SA (AISA) en una subasta realizada por el Banco Familiar SAECA. Aunque se mantuvieron en reserva los detalles sobre el monto y la modalidad de la compra, se anunció que se proyecta una inversión de más de US$ 10 millones para poner en funcionamiento nuevamente el ingenio.
Carlos Morínigo, director de Neualco, informó que la empresa ya ha tomado el control de la fábrica y comenzarán los trabajos necesarios. Explicó que si bien el corazón de la industria se encuentra en buenas condiciones, hay equipos complementarios de gran importancia que requieren reparación. Por ejemplo, la caldera está completamente corroída y necesitará ser reemplazada en su totalidad.
Se proyecta que el ingenio azucarero esté operativo para la zafra del año 2026. Morínigo destacó que se llevará alrededor de un año y medio realizar todas las tareas necesarias. Además, se debe tener en cuenta que durante los últimos 11 o 12 años, la fábrica ha sufrido el deterioro normal del tiempo sin mantenimiento, ya que estuvo abandonada y fue objeto de saqueos.
El proceso de subasta se inició en 2015 y se extendió casi una década debido a litigios en arbitrajes, juzgados y la Corte, según lo informado por el Banco Familiar. Actualmente, el ingenio es propiedad de Neualco, pero los dueños de AISA, como sociedad anónima, siguen siendo Fernando Campos Riera, su esposa Emma Friedmann de Campos y su hijo Roberto Codas Friedmann, entre otros en menor proporción.
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