El pasado sábado, Monseñor Miguel Ángel Cabello asumió como nuevo obispo de la Diócesis de Villarrica y Caazapá, en una solemne ceremonia celebrada en la iglesia Catedral de la capital guaireña.
Con la Catedral abarrotada de feligreses, se realizó el acto de juramento de fidelidad del nuevo obispo, encabezado por Monseñor Adalberto Martínez y el Nuncio Apostólico de la Santa Sede, Vincenzo Turturro. La recepción al nuevo obispo fue multitudinaria, con la presencia de referentes de la Iglesia de todo el país, así como autoridades de los departamentos de Guairá, Caazapá y Paraguarí, entre otros.
Durante su primera homilía, Monseñor Cabello destacó que con su toma de posesión como obispo de la Diócesis de Villarrica del Espíritu Santo comienza una nueva etapa tanto para la Diócesis como para él personalmente. Subrayó que llega con humildad y generosidad, dispuesto a ponerse al servicio de la comunidad, y citó el Evangelio de San Juan, en el que Jesús se presenta como el "buen pastor", dispuesto a dar la vida por sus ovejas.
Este evento se vivió como una verdadera fiesta para la ciudad, ya que después de casi tres años, Villarrica nuevamente tiene un obispo. El último en ocupar este cargo fue Monseñor Adalberto Martínez, y tras su partida, el presbítero Blás Arévalos había quedado como administrador diocesano.
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