Directivos de la Escuela Curuzú Francisco, ubicada en el barrio Santa Lucía de Villarrica, se encuentran preocupados por los constantes robos que sufren en horas de la noche. Ante esta situación, están solicitando de manera urgente la construcción de una muralla perimetral de material para resguardar la institución.
Actualmente, la escuela cuenta con un vallado de alambre y rejas al frente, que resulta insuficiente para protegerse en una zona considerada de alto riesgo debido a los niveles de delincuencia y drogadicción.
La directora, Toribia Rosales, lamenta que la escuela haya sido víctima de robos en dos ocasiones el año pasado y que cada año enfrenten situaciones similares.
A pesar de que la mayor urgencia de la escuela era la refacción de las aulas, que fueron clausuradas por peligro de derrumbe y que la Municipalidad local finalmente realizó, la construcción de una muralla de material también se ha vuelto una necesidad prioritaria.
Además, existe un compromiso pendiente por parte de las autoridades municipales de completar un parque infantil en la escuela, que hasta el momento no ha sido cumplido.
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